Desde hace casi dos meses que he tratado de escribir este post. El tiempo desde el 15 de octubre parece surreal... han pasado tantas cosas y se siente como tan poco tiempo... pero a la vez, se siente realmente tan largo, como si el tiempo no hubiera pasado.
Después del impacto inicial de haberme enterado que había tenido un aborto "fallido" como lo denominó la doctora aquí, pasé algunas semanas con un tremendo nudo en la garganta y con una enorme sensación de vacío que hacía que me fuera muy difícil concentrarme. Realmente la sensación no se ha ido... creo que he aprendido a vivir con ella.
Una semana después de enterarnos, finalmente fui capaz de hablar al respecto y de tener el valor de "anunciarlo" al mundo más allá de mis papás, hermanos y familia cercana. Antes de eso, era como si mi corazón creyera que si no hablaba al respecto podría despertar de una horrible pesadilla. Agradezco inmensamente el cariño, apoyo, oraciones e historias de todos aquellos que de alguna manera estuvieron ahí para nosotros. Me disculpo si a alguno no le contesté personalmente... todo su apoyo ha logrado que logre publicar esto hoy.
La percepción de cada persona es diferente con respecto a este tema... no puedo decir que alguna sea una verdad universal, creo simplemente que cada quien tiene su verdad en su corazón.
Mi verdad, es que mi pequeñita cosita 3 dejó un enorme vacío en mi corazón... un vacío que nunca nada ni nadie podrá llenar. Como sabiamente me dijo una amiga a quien admiro increíblemente: "El dolor nunca se va... simplemente lo ves diferente, lo vives diferente y aprendes a que no te domine sino a vivir con él".
En mi mente, en mi mundo y mi verdad es que tengo 3 hijos... pero únicamente dos están en mis brazos. Cada uno tiene un lugar en mi corazón único y especial. Creo que el corazón de una madre no se divide con cada hijo que nace, sino que cada hijo tiene un corazón propio dentro de su madre... Mi cosita 3 tiene corazón especial y lo tendrá siempre. Talvés Dios nos bendiga con otro bebé algún día... ese bebé, será mi cosita 4.
Con eso no quiero decir que no he avanzado y no he superado esta pérdida... A casi dos meses, la vida ha continuado... tenemos una maravillosa vida llena de bendiciones y definitivamente no me quejo. Simplemente, era importante para mí el poder plasmar de alguna manera que amé a ese pequeño bebé desde el día en que supe de su existencia y que siempre lo haré... aunque nunca podré conocerle... besar sus manitas, piecitos, y acariciar su rostro... Aún así, lo amé y lo amaré siempre...
No había escrito en el blog no porque no hayan pasado lindas cosas en nuestras vidas... simplemente no había tenido el coraje de cerrar este capítulo de la forma en que mi corazón me lo pidió desde el inicio. Quería plasmar con fotografías que mi cosita 3 tendrá siempre su espacio en mi corazón junto con sus hermanos mayores. Hoy, finalmente lo logré... y aunque las lágrimas corren por mis mejillas mientras escribo... puedo decir que he cerrado este capítulo... al menos en su parte más dolorosa...
¿Quién podría quejarse con estos dos en su vida?
Platicando y planeando su próxima travesura...
Adrián... eres tan chistoso...
Te ama.
Mami.
